Desc: Los peligros de nuestras reporteras: Dirigida por George Terwilliger. Con Zena Keefe, Helen Greene, Mildred E. Bailey, Earl Metcalfe. Episodio 1: "El collar de jade" Dorothy Desmond, una chica inexperta de Kentucky cuyo padre, un editor, había sido baleado en su escritorio por un oponente político, y cuya madre había caído muerta del shock, se encontró prácticamente sin un centavo. Creyó que tenía un don para escribir y vino a Nueva York para buscar un puesto en un periódico. La asignaron a Chinatown para conseguir una historia sobre un fumadero de opio. Echó de menos a su escolta y valiente y tontamente fue sola a Chinatown. Ella accedió a la invitación de un chino para entrar en su tienda e inspeccionar algunas cuentas, y él estaba a punto de atacarla cuando se desató una tormenta de disparos de revólver y se desató una guerra de tongs. Al sonar el primer disparo, el comerciante chino desistió de sus malvados designios y empujó a Dorothy a una habitación secreta, cuya puerta cerró con llave por fuera. La niña estaba loca de miedo. A través de las paredes amortiguadas le llegaban los sonidos de los disparos. Luego los disparos cesaron tan repentinamente como habían comenzado y oyó débilmente los gongs de las ambulancias y patrullas de la policía. Si hubiera sido liberada, habría visto a cirujanos de urgencias y enfermeros con chaquetas blancas recogiendo a chinos muertos y heridos y metiéndolos en los carros, mientras oficiales de bata azul y porras ocupadas acorralaban a otros chinos, arrastrándolos de toda clase de agujeros extraños y esquinas y empacarlos en carros patrulla. "La peor pelea de tong en años", observó agradablemente un sargento a un periodista. "Ya hay siete muertos, y algunos de los heridos seguramente morirán. Estos chinos disparan directamente a los paganos. En la oscuridad, además. Lo que siempre me desconcertó fue cómo un tong podía detectar al otro cuando se mezclaban en uno de estos Pequeñas guerras desagradables. Todos los chinos me parecen muy parecidos. Nunca se puede saber qué inició uno de esos festivales de tiro. Aunque no le dirán nada a un hombre blanco, podemos estar hartos de adivinar. una mujer arrebatada a un miembro de un tong por un miembro de otro. Tal vez fue opio, tal vez, puedes pensar en un montón de tal vez si lo intentas, pero ¿de qué sirve?"?